
En una bonita mansión a orillas del Mediterráneo en la Costa Azul… Así iniciamos hoy nuestras sugerencias de novelas con Bonjour, Tristesse, contada por Cecile una niña de 17 años que estaba pasando sus vacaciones en la Costa Azul con su padre Raymond, viudo, un hombre generoso, lleno de vitalidad y muy frívolo entregado a la vida fácil y placentera.
Raymond había llevado a su joven novia Elsa a pasar las vacaciones con él, mientras que su hija conoce a un estudiante de derecho muy guapo y comienza su primera aventura sentimental.
Pero en el ínterin aparece una antigua amiga de la madre llamada Anne, una mujer inteligente, ordenada, culta y algo distante y Raymond se siente atraído por su forma de ser tan diferente a la de ellos y se enamora. A Anne no le gustaba el tipo de vida desordenada de Raymond y Cecile y comienza a imponer sus normas y modales para equilibrar las vidas que llevaban.
Cecile recibía de Anne el cariño de una madre que no tuvo, pero por otra parte, no estaba dispuesta a cambiar su ritmo de vida lujoso y sin preocupaciones. Viendo el peligro de esta relación entre Anne y Raymond, Cecile crea una mentira nefasta haciendo creer a su padre que su novio y la anterior novia de Raymond, Elsa, tienen una relación sentimental, provocando los celos y así poder volver a la situación anterior.
Françoise Sagan escribió 20 novelas, tres volúmenes de cuentos, nueve obras de teatro, dos biografías y varias colecciones de piezas de no ficción sobre lugares, cosas y personas que amaba. Pero tan poderoso fue el impacto y cómo escandalizó a la sociedad francesa de la época que Buenos días, tristeza sigue siendo su obra más conocida. Este éxito que le llegó a los 18 años, la condujo a una vida de relaciones infelices, bebida y drogas.
La temática de sus novelas la hizo inconfundible consiguiendo inspirar a numerosos escritores jóvenes, sobre todo por fuera de Francia. Eran reiterativas sus alusiones a la buena vida, a los coches de alta velocidad, al mar y las playas, al estilo burgués de vida y al ocio y la sensualidad.
En 1954, la directora de la revista ELLE, Hélène Gordon-Lazareff, le encarga una serie de artículos sobre el sur de Italia y se convierte, de esta forma, en una reportera que recorre de sur a norte el país. El titulo semanal de sus reportajes era «Buenos días, Nápoles», «Buenos días, Capri», «Buenos días. Venecia»…
Ese «Buenos días» (Bonjour) se convirtió en su marca de autor.
Enlaces a otras novelas para leer en la playa:
El Misterio del Cuarto Amarillo – Gastón Leroux
Tuareg – Alberto Vázquez–Figueroa
Asesinato en el Orient Express – Agatha Christie