
El espíritu explorador del ganador del Premio Nobel en 1989 se ve reflejado en sus libros de viaje y especialmente en Viaje a la Alcarria… En sus páginas vemos los elementos más característicos de un libro de aventuras: el exotismo y el riesgo.
Nada más singular que el escenario primitivo de Castilla- La Mancha por donde transcurre el relato de la España rural de finales de los años 40 y en donde el viajero encuentra las situaciones más comprometidas, anécdotas e increíbles conversaciones.
Cela decía que cuando se escribe un libro de viajes, » lo mejor, según pienso, es ir un poco al toro por los cuernos y decir “aquí hay una casa, o un árbol, o un perro moribundo”, sin pararse a ver si la casa es de éste o del otro estilo, si el árbol conviene a la economía del país o no y si el perro hubiera podido vivir más años de haber sido vacunado a tiempo contra el moquillo”.
Cela, viajero incansable, en su Viaje a la Alcarria va en busca del carácter español. Saborea sus encuentros con el pueblo sencillo y fue como un observador paciente de la ciudad y el campo, dejando su impronta en la literatura española.
¡Que disfrutéis leyendo estas aventuras!
Enlaces a otras novelas para leer en la playa:
El Misterio del Cuarto Amarillo – Gastón Leroux
Tuareg – Alberto Vázquez–Figueroa
Asesinato en el Orient Express – Agatha Christie
Buenos días tristeza – Françoise Sagan